La historia de El Hotel de los Secretos está ambientada en el México de principios del siglo XX. Para lograrlo, participaron grandes expertos, quienes adecuaron esta ficción a la época y al país y eligieron un concepto estético para contarla.
El equipo de directores de escena formado por Francisco Franco y Ana Lorena Perezríos se decidieron por una estética basada en el estilo Prerrafaelita, adecuado para contar este thriller romántico.
Con estos elementos definidos: estilo e historia, se realizó un trabajo de investigación liderado por la directora de arte, Jimena Galiotti, encargada del diseño de la escenografía, (cuya realización encabezó Diego Lascurain) utilería y ambientación. Asimismo, Cecilia García Molinero estuvo al frente del diseño de vestuario. La dirección de fotografía fue responsabilidad de Luis García y Diego Tenorio.
Escenografía, utilería y ambientación
El diseño de arte tuvo como tarea fundamental distinguir tres ambientes sociales:
Los acaudalados, donde predomina el lujo, la arquitectura neoclásica y lo pretencioso.
Los empleados, escaso de cosas, monocromático, simple y sencillo.
El tercer ambiente es el del pueblo de San Cristóbal Tlaxico, un lugar de cuevas, húmedo y oscuro, habitado por carboneros instalados en la tierra, donde la pobreza refleja lo más bajo y violento de la época.
La locación principal es un edificio de arquitectura neoclásica inaugurado en 1910 por el presidente Porfirio Díaz y que en su momento albergó al centro psiquiátrico más grande de México: La Castañeda. Actualmente se ubica en Amecameca, Estado de México.
La labor de adaptación en La Castañeda implicó crear una alberca, una terraza, montar un tercer piso y un majestuoso jardín.
Para dar la idea del uso de calderas, se instalaron tuberías en varias zonas estratégicas del hotel, con vapor saliendo constantemente, y se incorporaron cuatro chimeneas en la fachada.
Otra de las locaciones principales se ubica en Santa María Regla, Hidalgo. En este lugar se adecuó escenográficamente el pueblo ya existente. La trasformación incluyó recrear un bar, oficinas, un burdel, una panadería, un telégrafo, una botica, el mercado, la casa de la costurera, una tienda y puestos ambulantes.
Los sets en foro, están diseñados con efecto “laberíntico”, para darle recursos al director para contar este thriller, pero al mismo tiempo tienen trucos para resolver muchas necesidades técnicas. Todos los sets tienen la cuarta pared, para tomas de 360 grados, y se construyeron con una mayor altura de lo habitual.
Uno de los aspectos de mayor complejidad en esa producción fue la utilería, pues requirió elaborar u obtener diversos artículos representativos de la época en que se desarrolla la historia, que abarca desde artículos de oficina, instrumental médico, elementos de cocina, herramientas, etcétera.
Vestuario
El diseño de vestuario está inspirado en la moda de principios del siglo pasado (1900- 1911). Este vestuario tiene una clara influencia francesa, con toques de la moda inglesa y un marcado estilo romántico.
Se cuidó que la caída de las telas reflejara adecuadamente la calidad de los materiales usados en esa época, para ello fue indispensable utilizar fibras naturales: sedas, linos, algodones, guipiure, encaje chantillis, gasas de seda, organzas y terciopelos de seda, seda cruda y lanas sin ninguna mezcla.
El vestuario y accesorios creados para esta producción abarca más de 13 mil piezas.
Ejemplo de la complejidad para lograr la caracterización de los personajes de esta historia, se aprecia claramente en el personaje de Isabel, cuyo vestuario constituye más de 150 prendas.
El trabajo de diseño y elaboración de vestuario y accesorios ha involucrado la participación de más de 250 personas, en una cadena productiva que abarca: administradores, compradores, asesoras, diseñadores de vestuario, asistentes, choferes, proveedores, cortadores, sastres, saqueros, pantaloneros, camiseros, costureros, patronista, bordadoras y tintorería.
Fotografía
Realizar una producción televisiva con imagen de alta calidad exigió un equipo diferente al que se emplea en las producciones convencionales, para ello, en la producción de El hotel de los secretos se incorporó la figura del director de fotografía, función que quedó a cargo de Luis García y Diego Tenorio.
Se requirió un diseño de iluminación totalmente cinematográfico. La dirección de fotografía instrumentó un proceso de filmación que incluyó diversos equipos de iluminación, para lograr el llamado “look de cine”; para esto se conformó un equipo hibrido que incluyó a los experimentados técnicos de Televisa y al personal externo especializado en producciones cinematográficas.
Otra de las peculiaridades técnicas fue el proceso de corrección de color, el cual fue definido por los directores de fotografía, quienes decidieron el acabado final de la imagen. Este innovador y complejo trabajo permite que El Hotel de los Secretos cuente con una estética visual novedosa y de la más alta calidad.